miércoles, 13 de octubre de 2010

El adios de un gregario fiel.

Hoy, tras 16 años como corredor profesional, José Luis Rubiera (más conocido como Chechu) ha anunciado que tras la disputa del Giro de Lombardía pondrá punto y final a su trayectoria ciclista.



Su debut llegó de la mano del conjunto Artiach, en 1995. Al año siguiente pasó a la estructura del Kelme, donde llegarían sus mejores actuaciones individuales. El asturiano brilló fundamentalmente en el Giro de Italia (ganando dos etapas, una en la edición de 1997 y otra en la de 2000) y en menor medida en la Vuelta a España. Chechu, un notable escalador, se hizo famoso por su gran habilidad en las bajadas, fundamentalmente con la carretera mojada. De hecho, gracias a un descenso épico llegó la primera de las mencionadas victorias en la corsa rosa.

Sus actuaciones no pasaron desapercibidas para los capos del pelotón, y Lance Armstrong se fijó en él para construir, junto a otros españoles como Beltrán o Heras, su guardia pretoriana. Mucho le debe Lance a Chechu, que trabajó incansablemente al lado del americano durante sus últimos cinco Tours. El momento más recordado del asturiano, quizas llegó en la subida a Alpe D'Huez del Tour 2001 (pinchad para ver el video), donde Chechu impuso un ritmo infernal en las primeras rampas que dejó a su jefe de filas prácticamente sólo en cabeza para que Lance rematara a todos sus rivales.

Querido por todos sus compañeros, Chechu ha sido precisamente eso, un gran compañero, un gran gregario, quizas de otro tiempo, que ha sabido sacrificar su lucimiento personal en pos de sus lideres. ¡Hasta siempre, Chechu!


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